El Laconia, luego del impacto, escoró fuertemente en una de sus bandas. El U 156 se aproxima prudentemente y no tarda en divisar a los primeros náufragos. El capitán del U-Boot, Werner Hartenstein, se conmueve al comprobar que el buque señalado transporta mujeres y niños. Decide emerger y ayudar a rescatar a los náufragos.
En ese momento, el Laconia tenía una tripulación de 463 hombres y transportaba además 268 soldados con permiso, en ruta al Reino Unido, así como 80 mujeres y niños.
En la noche del 12 al 13 llega al Cuartel General del comandante supremo de los submarinos, en Francia, el telegrama siguiente:
"Hartenstein ha hundido al inglés Laconia en 7721. Desgraciadamente, transportaba 1.500 prisioneros de guerra italianos. Ha sacado del agua, hasta ahora, noventa. Solicita instrucciones"
Despertado el almirante Dönitz, envía órdenes a los submarinos que se encuentran en las inmediaciones; el mensaje dice:
"Schacht, Grupo Elsbär, Würdemann, Wilamowitz, reúnanse inmediatamente Hartenstein en 7721 para ayudarle a salvar los náufragos. ¡Rápido!"Mensaje a los submarinos de la zona del almirante Karl Dönitz#GGC11C
Entretanto, el submarino de Hartenstein maniobra en medio de un mar lleno de restos del naufragio. Hasta donde alcanza la vista, el mar hormiguea de hombres que nadan. Los marineros alemanes izan a cubierta a cuantos pueden recoger. Toda la noche y el día siguiente transcurre así. El submarino alemán se encuentra lleno al cabo de algunas horas. Ha recogido 193 personas y aún hay más en el agua, pero ya no tienen cabida a bordo de la cubierta del submarino.
El almirante alemán vuelve a trasmitir recomendaciones:
Tres U-Boot, U 156, U 506 y U 507, se hallan repletos de náufragos y además remolcan cuatro o cinco embarcaciones de salvamento cada uno. Se dirigen hacia el punto de encuentro acordado con los franceses. Desde el día siguiente al torpedeo del Laconia, el teniente de navío Hartenstein ha hecho radiar repetidamente el mensaje:"No comprometan en ningún caso la seguridad de sus buques. Los submarinos deben estar dispuestos para sumergirse en todo momento. Los submarinos, incluso el de Hartenstein, no embarcarán más que un número de náufragos que no pueda comprometer su capacidad de maniobra en inmersión"Aclaración al primer mensaje del almirante Karl Dönitz#GGC11C
"No atacaré a ninguno de los navíos que acudan en socorro de los náufragos del Laconia, a condición de que yo mismo no sea atacado por buques ni aviones. Submarino alemán"Trasmisión del U-Boot U 156 tras el torpedeo del Laconia#GGC11C
Un buque desconocido no responde a la invitación del submarino.
Con respecto a los náufragos del Laconia, de los 811 hombres que el paquebote transportaba, fueron salvados 800. De los 1.800 italianos perecieron 500.
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